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Cuando un pequeño grupo de fundadores se reúne e inicia una compañía startup, deben discutir los términos de la relación comercial que va a existir entre ellos ¿Cómo comparten responsabilidades laborales los fundadores? ¿Cómo se divide el capital accionario entre ellos? ¿Qué pasaría si uno de los fundadores quisiera irse? ¿Cuál es el proceso de toma de decisiones para diversas acciones gerenciales? Y quizás también deban discutir y negociar sobre otros asuntos.
¿Qué es un acuerdo de fundadores?
Cuando los términos acordados de la relación comercial se plasman por escrito, eso es un acuerdo de fundadores. Podría ser un documento independiente, o podría integrarse en el acuerdo operativo de una sociedad anónima (S.A. o LLC en inglés) o en un acuerdo de accionistas. En el acuerdo se definen los roles y responsabilidades de los fundadores, así como la estructura de participación, e igualmente permite repartir el control y lidiar con posibles fuentes de conflicto.
En realidad, los fundadores a menudo inician empresas con acuerdos informales que carecen de conversaciones a fondo o documentación sobre sus expectativas. Sin embargo, es necesario un acuerdo minucioso de fundadores para recaudar financiamiento externo de inversores profesionales, y mitigar muchas de las dificultades que puede enfrentar una nueva empresa.
A continuación, te presento algunas ideas para acuerdos de fundadores que te ayudarán a desarrollar una empresa y evitar problemas comunes en su puesta en marcha.
1. Definir expectativas sobre las responsabilidades de cada fundador y establece procedimientos para tratar posibles problemas
En general, los fundadores son socios que inician juntos un emprendimiento aportando cada uno su propia mano de obra para aumentar el valor de la nueva empresa resultante. Sin embargo, algunos socios sólo aportan ideas, diseños clave o dinero en efectivo, y es posible que no se les exija trabajar.
Como sea que se dividan las responsabilidades entre los fundadores, el entendimiento debe ser mutuo y estar claramente establecido en un acuerdo de fundadores, en el cual se puede estipular un compromiso mínimo necesario, ya sea en número de horas o contribuciones sustanciales para el crecimiento de la compañía. Y cuando no se respete ese compromiso, se le puede dar un período de gracia al fundador que incumple para que corrija sus acciones.
El acuerdo también puede permitir recompras del capital accionario del fundador incumplido, si éste no subsana su falta dentro de un período determinado, o si le hace algún mal a la compañía o sus fundadores.
Cuando los fundadores establecen expectativas claras al iniciar una nueva empresa y preparan procedimientos para lidiar con faltas e incumplimientos, es mucho más fácil resolver conflictos, y este es el mayor beneficio de tales de acuerdos.
2. Contar con procedimientos para adjudicar y readquirir acciones que garanticen la labor de cada fundador hacia un objetivo establecido
La mayoría de nuevas empresas comienzan con algo de capitalización y dependen del esfuerzo de sus fundadores para generar valor. Por lo tanto, generalmente se le concede capital accionario a los fundadores según un calendario de adjudicación, lo que requiere que cada uno de ellos contribuya con su propia labor durante cierta cantidad de tiempo para poder ganar capital dentro de la empresa.
Un cronograma de adjudicación puede variar según el acuerdo, y el estándar para nuevas empresas es adjudicar capital tras cuatro años de permanencia sin poder recibir concesiones antes de cumplir al menos el primero. Esto significa que un fundador retendrá plenamente todas sus acciones sólo después de cuatro años. Durante ese período, la empresa puede confiscar acciones no adjudicadas o readquirirlas al precio de compra inicial si un fundador abandona la empresa.
La permanencia de al menos un año implica que ningún fundador tendrá derecho a acciones si deja la compañía antes del primer aniversario de ésta. Sólo a partir de entonces puede adjudicarse más capital accionario mensual, trimestral o anualmente según un cronograma; y cuanto más tiempo permanezca cada fundador en la empresa, mayor será el porcentaje de capital accionario adjudicado.
La adjudicación protege a los fundadores entre sí y garantiza que sigan esforzándose para desarrollar el negocio. Un fundador al que se le haya otorgado el 25% de la compañía, pero luego se va tras sólo unos meses, no puede reclamar ese 25% cuando la compañía se venda por US$10 millones más adelante.
También hay beneficios fiscales para fundadores individuales cuando reciben capital accionario sujeto a adjudicación. Si presenta el formulario de la opción 83(b) ante el fisco en EE.UU. (IRS Section 83(b) Form) dentro de los treinta días de una concesión, un fundador puede pagar impuestos sobre el valor del capital accionario en la fecha en que éste se conceda, en lugar de la fecha en que se adjudique. Suponiendo que el valor del capital accionario aumente en el futuro, con base en el pequeño valor inicial de éste, un fundador puede ahorrar dinero al declarar su impuesto sobre la renta.
Redactar correctamente el proceso de adjudicación es una parte importante de un acuerdo de fundadores, lo que incentiva a todos ellos a contribuir con la empresa.
3. Optimizar la estructura de participación para futuros cambios en el capital accionario
Uno de los errores comunes que los fundadores cometen al iniciar una empresa, es atar los intereses generados por el capital accionario a porcentajes específicos.
Los intereses porcentuales fijos son difíciles de mantener cuando se emiten más acciones, o si uno de los propietarios deja la empresa. Cada vez que se emiten más acciones, cada fundador debe asignarle a alguien más una determinada porción de las mismas para mantener porcentajes consistentes. De lo contrario, cuando uno de los fundadores se vaya, habrá interrogantes o conflictos sobre cómo mantener de manera justa un porcentaje relativo entre los fundadores restantes.
Los fundadores deben emitir acciones en unidades (similares a las participaciones de acciones corporativas) con base en un valor equivalente al porcentaje deseado. De esta forma, el interés porcentual puede variar de manera flexible cuando se requieran cambios en la estructura accionaria.
Además, agregar una cláusula antidilusiva crearía obstáculos imprevistos para una nueva empresa que espere crecer significativamente en el futuro, ya que las rondas de financiamiento inevitablemente diluirían las acciones de los fundadores, por lo que la antidilución podría dificultar el ingreso de nuevos inversionistas.
4. Disponer de mecanismos para lidiar con la salida de un fundador
El equipo que inicia una empresa no siempre es el mismo que permanece con ésta hasta el final. Los fundadores pueden abandonar una empresa por varias razones. Morir o caer en quiebra son dos de ellas, aunque más a menudo discrepar o perder el interés es lo que provoca la salida de un fundador. No todo el mundo está hecho para la vida en una empresa emergente, y toda compañía debe estar preparada para seguir operando ininterrumpidamente si uno de sus fundadores se va.
Si la compañía tiene una política de adjudicación de capital accionario, es mucho más fácil recuperar de un fundador saliente acciones que no han sido plenamente adjudicadas. Más allá del período de adjudicación, la empresa también puede tener un acuerdo de compraventa que especifique la forma de readquirir acciones. El derecho de la compañía a readquirir acciones de exfundadores es un componente importante en un acuerdo inicial.
Las compañías startup también deben establecer un acuerdo de asignación de propiedad intelectual que transfiera todos los derechos de esta índole a la empresa, asegurándose de que ningún fundador se vaya con ellos.
5. Evitar estos errores comunes al establecer procesos de toma de decisiones
Los fundadores se enfrentan a una amplia gama de decisiones al gestionar compañías startup. Decidir por adelantado cómo tomar decisiones puede evitar dolores de cabeza y grandes confrontaciones entre los fundadores. A continuación, algunos de los errores comunes que los fundadores pueden evitar para crear procesos efectivos de toma de decisiones.
- No lograr dividir los deberes según las habilidades de los fundadores: Diferentes fundadores poseen diferentes destrezas. En lugar de requerir que todos ellos participen en todas las decisiones, los deberes de toma de decisiones deben dividirse con base en sus especialidades individuales. Uno o más fundadores pueden tomar todas las decisiones relacionadas con finanzas, mientras que aquellos con habilidades técnicas pueden tomar decisiones sólo de esta índole. Y aunque los fundadores confíen entre sí para tomar decisiones en sus respectivas áreas, también pueden reservarse el derecho de veto si no están de acuerdo en si una decisión le servirá a la compañía.
- Manejar niveles de decisión incoherentes: Un acuerdo operativo integral o de fundadores brinda parámetros para muchas de las diferentes decisiones que deben tomarse. No obstante, es buena idea tener coherencia sobre quién (la junta directiva, la mayoría o los gerentes) decidirá qué y con qué porcentaje.
- Requerir un 100% de consentimiento: Cuando una decisión requiere el 100% de consentimiento de cada accionista, cualquier dueño minoritario puede tener un poder de veto desproporcionado. Por ejemplo, un socio que haya dejado la empresa con una participación de sólo 5%, aún podría tener mucha influencia sobre cómo se maneja la compañía. Es mejor requerir una mayoría cualificada (de 60% a 90% de los accionistas) en lugar del 100% de consentimiento de todos ellos para evitar tales problemas.
- No lograr formular cláusulas para evitar estancamientos: Incluso si los procesos de toma de decisiones están bien establecidos, puede haber problemas en los que los fundadores no estén de acuerdo y no puedan avanzar. Agregar una cláusula para evitar estancamientos puede ayudar a brindar especificaciones sobre cómo superar una situación dada.
6. Facilitar herramientas de resolución de disputas
Sería bueno que los fundadores tuvieran conversaciones sobre sus expectativas y establecieran procedimientos por escrito para minimizar las disputas. Sin embargo, los desacuerdos pueden ocurrir entre fundadores con diferentes niveles de experiencia y de carácter fuerte, y algunos de ellos no se pueden resolver sólo con confianza y empatía.
Es cierto que un gran número de compañías startup fracasan debido a disputas entre cofundadores. Los fundadores a menudo se ven envueltos en demandas debido a diferencias no resueltas, como ha sido el caso de esta disputa con uno de los cofundadores de Snapchat.
Un acuerdo de fundadores puede facilitar medidas de resolución de disputas para usarse cuando los fundadores no puedan negociar la solución de un problema. Traer a un mediador o árbitro externo es una forma popular de llegar a un acuerdo sin acudir a los tribunales.
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Esta publicación ha sido escrita sólo con propósitos educativos e informativos, y no constituye asesoría legal específica. Queda entendido que no hay ninguna relación abogado-cliente entre el lector y el autor de este artículo. Este blog no debe usarse para sustituir la asesoría legal competente de abogados profesionales titulados en tu estado.
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